Delicioso, intenso, re- conector, amoroso, uteril, guerrero, femenino, hermandad, fluido,.... todo esto y más son las sensaciones que son difíciles de explicar en palabras. Agradecidas y emocionadas de compartir estos momentos tan bonitos, íntimos y colectivos entre todas vosotras. GRACIAS!
Ingrid
Aprendiendo
junto con vosotras, aprendiendo del respeto, del silencio, de la
paciencia de los procesos.
Mujeres
que se buscan y se encuentran. Que se animan a mirar por las ventanas
de sus vidas, correr el riesgo de abrirlas y sentir en su rostro la
briza tan personal, que entra. A algunas nos corren grandes
ventarrones, a otras el viento nos confía secretos, a otras
simplemente nos acaricia el cabello.
Que
alegría poder acompañarnos, animarnos, cuidarnos, escucharnos.
Si
una se anima a mirar cara a cara, frente a frente a sus miedos, sus
dudas, sus inseguridades, todas podemos vernos. Si una siente la
necesidad de cruzar la ventana, y no hablo de puertas, ventanas! ...
entonces todas cruzamos con ella.
Y
con nosotras vienen ellos, y entonces es la humanidad la que se
atreve.
Gracias
de todo corazón por confirmar y confíar en los lazos invisibles de
la hermandad que nos unen, nos sostienen y nos dan fortaleza para
mirar, escuchar, saborear, sentir, aquello que solas no nos
atreveríamos.
Lorena
La conexión con la hermandad y con la fuerza que ella provee revierte en la vida de una y de todas.
El ejercicio de la busqueda de conciencia para una misma es compartida a través de los movimientos que hacemos, pequeños y sutiles, grandes y hermosos.
Una flecha que va directamente al blanco, que con su impulso hace que la rueda gire hacia la sanación y reconexión con lo esencial y lo natural.
El circulo y lo ancestral nos acercan al corazón de la historia de la tierra y de lo femenino. Mujeres, que se acercan desde un lugar de fuerza a la sociedad actual, la cual necesita de guerreras y hermanas, de solidaridad y entendimiento.
Mirar al objetivo, lanzar la flecha, mirar a los ojos a aquello que ha de ser mirado, confrontado y superado, hacerlo con valentía y con la fuerza uterina, del corazón, del espiritu y de la mente.
Ahó
Raquel
La conexión con la hermandad y con la fuerza que ella provee revierte en la vida de una y de todas.
ResponderEliminarEl ejercicio de la busqueda de conciencia para una misma es compartida a través de los movimientos que hacemos, pequeños y sutiles, grandes y hermosos.
Una flecha que va directamente al blanco, que con su impulso hace que la rueda gire hacia la sanación y reconexión con lo esencial y lo natural.
El circulo y lo ancestral nos acercan al corazón de la historia de la tierra y de lo femenino. Mujeres, que se acercan desde un lugar de fuerza a la sociedad actual, la cual necesita de guerreras y hermanas, de solidaridad y entendimiento.
Mirar al objetivo, lanzar la flecha, mirar a los ojos a aquello que ha de ser mirado, confrontado y superado, hacerlo con valentía y con la fuerza uterina, del corazón, del espiritu y de la mente.
Ahó
Raquel